La singularidad de la Serra, que motivó su declaración como Patrimonio de la Humanidad, no se refiere solo a la excepcionalidad del paisaje. De un modo indisolublemente ligado a él está la interacción del hombre, remodelándolo, preservándolo y haciéndolo más amable y habitable. En especial, los marges milenarios, que han evitado la erosión y posibilitado el cultivo de los prodigiosos olivos centenarios, han sido fundamentales para que la UNESCO reconociese dicha singularidad.
2023-01-27